Canadá
Madrid, España
ANTECEDENTES: Los estudios transversales demuestran que la depresión y el déficit cognitivo se presentan simultáneamente con mayor frecuencia de la que se podría esperar por azar pero son escasos los estudios longitudinales que permiten conocer si la depresión predice el deterioro cognitivo o ambos problemas aparecen simultáneamente por ser procesos asociados al envejecimiento. El propósito de este trabajo es responder a esta cuestión.
MATERIAL Y MÉTODOS: Los datos proceden del estudio «Envejecer en Leganés», sobre una muestra aleatoria de población mayor de 65 años que reside en sus domicilios. Para este trabajo se cuenta con información sobre 1.165 personas con datos cognitivos completos en 1993, de los cuales 755 tienen datos completos en 1995, 146 han fallecido y 264 se han perdido en el seguimiento, ya sea por cambio de domicilio o rechazo a participar. La variable dependiente es la función cognitiva medida a través de tres indicadores (memoria, orientación e índice global) basadas en el test de Barcelona y el SPMSQ (Short Portable Mental Status Questionnaire), previamente validados en esta población. Para la medida de la sintomatología depresiva se utiliza el CES-D (Center for Epidemiologic Studies Depression Scale). Se realiza un análisis de regresión múltiple del cambio en función cognitiva ocurrido entre 1993 y 1995, controlando por edad, sexo y nivel de instrucción. Para controlar el posible sesgo de selección, originado por las pérdidas de sujetos en el seguimiento se realiza un análisis de sensibilidad, mediante simulaciones de la distribución de la función cognitiva de dichos sujetos.
RESULTADOS: La depresión en 1993 predice el deterioro cognitivo en memoria, orientación e índice global entre 1993 y 1995. Estas asociaciones estadísticas se mantienen en el análisis de simulación. Los coeficientes de correlación múltiples de las regresiones varían entre 32% y 52%. La edad y el nivel de instrucción, pero no el género, se asocian significativamente con el deterioro cognitivo ocurrido en los dos años de seguimiento.
CONCLUSION: La depresión predice el deterioro cognitivo ocurrido en un período de dos años. Los resultados sugieren que el diagnostico y tratamiento de la depresión y el deterioro cognitivo deben realizarse simultáneamente. Mayor evidencia sobre el tema será necesaria antes de realizar un ensayo clínico sobre el efecto del tratamiento de los síntomas depresivos en el deterioro cognitivo.
BACKGROUND: Cross-sectional studies show that depression and cognitive deterioration occur simultaneously more frequently than expected. Longitudinal studies on cognitive function and depression are rare. If depression is a predictive factor for cognitive deterioration remains an open question. The purpose of this article is to answer this question.
METHODS: Data come form the longitudinal study «Ageing in Leganés», on a stratified random sample of community dwelling people over 65. The 1993 data base has complete information on 1.165 subjects. Of them, 755 have complete data in 1995, 146 died in the two year interval and 264 moved out of the area or refused to continue in the study. The dependant variable is 1995 cognitive function, assessed by three indices (memory, orientation and summary index), based on the Short Portable Mental Status Questionnaire and the test of Barcelona, and previously validated for the study population. Multiple regression equations are fitted to the change in cognitive function, controlling for age, sex and level of education. Sensitivity analysis was carried out in order to control selection bias due to attrition.
RESULTS: Depression in 1993 predicted 1993-1995 cognitive deterioration in memory, orientation and the summary indices. These statistical associations remain after sensitivity analysis. Multiple correlation coefficients varied between 32% and 52%. Age and level of education, but not gender, were significantly associated with two-year cognitive deterioration.
CONCLUSION: Depression predicts cognitive deterioration over a two-year period. Results suggests that diagnosis and treatment of depression and cognitive deterioration should be carried out simultaneously. More evidence from longitudinal studies would be needed before conducting a clinical trial to test for the effects of treatment of depressive symptoms on cognitive deterioration.