Madrid, España
INTRODUCCION: Ante la creciente importancia del conocimiento de los factores que pueden afectar positiva o negativamente a la salud y al estado nutricional de las personas de edad Euronut, la Acción Concertada de la UE sobre Nutrición y Salud, organizó en 1988 un estudio semilongitudinal de cohortes, internacional y multicentro, que recibió el nombre de SENECA (Survey in Europe on Nutrition and the Elderly: a Concerted Action). Nueve de los 19 centros europeos en los que se llevó a cabo el estudio base (1989), realizaron también el de seguimiento de 1993, entre ellos Betanzos (España). El objetivo de este trabajo es la descripción del estado nutricional, juzgado por la dieta (ingesta de energía y macronutrientes), de los españoles participantes en el estudio de seguimiento y el análisis de los cambios observados en este sentido en el período 1989-1993.
MATERIAL Y MÉTODOS: La muestra estudiada en Betanzos está constituida por 77 individuos, 32 hombres y 45 mujeres, de 75 a 80 años de edad y con datos de ingesta dietética disponibles para ambas partes del estudio, base (1989) y de seguimiento (1993). La ingesta se valoró mediante una historia dietética modificada constituida por un registro de tres días y una frecuencia de consumo referida al último mes.
RESULTADOS Y DISCUSION: Un 18,8% de los hombres y un 15,6% de las mujeres no alcanzaron el 75% de las necesidades energéticas. La ingesta media de macronutrientes, muy heterogénea individualmente, fue similar en hombres y mujeres y se caracterizó por un elevado consumo de lípidos y de proteína, superando ampliamente las recomendaciones, y bajo de hidratos de carbono, aunque en su mayoría complejos.
La calidad de los lípidos de la dieta, evaluada por el grado de saturación y el aporte calórico de los ácidos grasos, fue, sin embargo, satisfactoria, especialmente en el caso de los monoinsaturados que proporcionaban, en hombres y en mujeres, el 16,8 ± 5,9% y 20,6 ± 8,2% de la energía total, respectivamente.
Los cambios en la ingesta energética entre el estudio base (1989) y el de seguimiento (1993), muestran también una gran heterogeneidad. Como media, ésta disminuyó, tanto en valor absoluto (296 ± 1.012 kcal y 260 ± 913 kcal en hombres y mujeres, respectivamente) como referida al peso corporal (3,1 ± 12,6 kcal/kg y 1,62 ± 15,8 kcal/kg), a costa, principalmente, de la disminución significativa en el consumo de hidratos de carbono (76,0 ± 144,5 g en hombres, p< 0,01 y 47,1 ± 143,8 g; p< 0,05 en mujeres).
INTRODUCTION: In the face of the growing importance of the knowledge about the factors that can positively or negatively affect the health and the nutritional condition of elderly persons, Euronut, The Concerted Action of the EU on Nutrition and Health, organized a semi-longitudinal study in 1988 on international and multicenter cohorts that was given the name of SENECA (Survey in Europe on Nutrition and the Elderly: a Concerted Action). Nine of the 19 European centers in which the baseline study was carried out (1989) also participated in the follow-up in 1993, Betanzos (Spain) being among them. The objective of this work is to describe the nutritional condition, evaluated by the diet (intake of energy and macronutrients), of the Spaniards participating in the follow-up study and to analyze the changes observed in this sense in the period of 1989-1993.
MATERIAL AND METHODS: The sample studied in Betanzos is made up of 77 individuals, 32 men and 45 women, whose ages ranged from 75 to 80 years, and for whom the dietary intake data was available for both parts of the study-baseline (1989) and follow-up (1993). The intake was evaluated by a modified dietary history made up of a three-day record and frequency of intake reported for the last month.
RESULTS AND DISCUSSION: 18.8% of the men and 15.6% of the women did not reach 75% of the energetic necessities. The mean intake of macronutrients, which were very heterogeneous individually, was similar in men and women and was characterized by a high consumption of lipids and protein, widely exceeding the recommended amount, and low in carbohydrates, although mostly, complex ones.
The quality of the lipids in the diet, evaluated by the degree of saturation and calorie supply of fatty acids was, however, satisfactory, especially in the case of monounsaturated fatty acids that provided 16.8 ± 5.9% and 20.6 ± 8.2% of the total energy in men and women, respectively.
The changes in energy intake between the baseline study (1989) and the follow-up one (1993) also show great heterogeneity. As a mean, this decreased, both in the absolute value (296 ± 1.012 kcal and 260 ± 913 kcal in men and women, respectively) and in body weight (3.1 ± 12.6 kcal/kg and 1.62 ± 15.8 kcal/kg), principally at a cost of a significant decrease in the consumption of carbohydrates (76.0 ± 144.5 g in men: p< 0.01 and 47.1 ± 143.8 g; p< 0.05 in women).