Gerona, España
El acoso escolar es uno de los más preocupantes problemas de comportamiento en los adolescentes y en todos los centros educativos. Objetivos. Analizar la prevalencia de diversas conductas de acoso escolar en estudiantes de secundaria, como víctimas y como agresores y su relación con el uso de alcohol, el estado de salud y la calidad de las relaciones familiares. Comparar la prevalencia de estas conductas como agresor, entre los adolescentes que las han sufrido y los que no. Método. Estudio comparativo descriptivo transversal. Participaron 468 escolares, edad media = 12.81 años (DT = 0.75), 49.4% mujeres. Resultados.
Un 36.2% de los participantes sufrieron o practicaron respectivamente, al menos una, de las conductas analizadas. Las más habituales fueron los insultos y/o las burlas. Se halló que era más frecuente ser agresor si se había sido víctima de acoso escolar o se había probado el alcohol. Las conductas de bullying se asociaron a un peor estado de salud percibido y a una mala calidad de las relaciones familiares. Conclusión.
Las acciones preventivas frente al acoso escolar en la infancia y adolescencia deben trabajarse en la familia, en toda la etapa escolar y en la comunidad de forma precoz, sistemática, integrada y gradual.
Bullying is one of the most worrisome problems among school adolescents. Objective. This paper analyzes the prevalence of several bullying behaviors among adolescent victims and perpetrators in secondary school as well the relationship of those behaviors with alcohol use, perceived health status and the quality of family relationships. It compares the prevalence of these behaviors perpetrators who have been victims of bullying and those who have not. Method. Cross sectional descriptive comparative study. The participants were 468 students whose average age was 12.81 (SD = 0.75) and of whom 49.4% were female.
Results. Among the participants 36% have been either a victim or a perpetrator of at least one of the bullying behaviors. The most frequent were insults/taunts. Victims of bullying and those who have tried alcohol are more likely to be perpetrators. In general, bullying behaviors are associated with lower perceived health status and poorer quality of family relationships. Conclusion. We consider contextualizing interventions to prevent bullying all stages of development and to extend our focus beyond the various scenarios in which children and/or adolescents participate, in order to involve families, teaching teams, students themselves and of course the community at large.