Margarita Saldaña Mostajo
La autora nos muestra la figura de Jesús para acercarnos al concepto de fraternidad a través de sus discípulos. De la experiencia compartida en el encuentro del Maestro con sus discípulos, desemboca la construcción de la fraternidad. Una fraternidad que en tiempos de dificultad, como el que estamos viviendo durante la pandemia, se hace más patente. La pandemia nos ha revelado que somos mucho más vulnerables de lo que creíamos y esta vulnerabilidad compartida se transforma en lugar de encuentro entre todos los seres humanos del planeta. Cuando la enfermedad se presenta sin llamar a nuestra puerta o a la de nuestros seres queridos, nos sentimos, a la vez, desamparados y vinculados de una manera nueva y aún más profunda. La enfermedad, aunque cierra muchas posibilidades, abre ciertos espacios en los cuales es posible "sentir y gustar internamente" que somos hermanas y hermanos. La enfermedad, paradójicamente, puede vivirse como espacio de fraternidad.