La vida cotidiana de una enfermera de urgencias está colmada de anécdotas y vivencias. Con frecuencia en los últimos tiempos se ve en la prensa como las agresiones que sufren los profesionales de la salud van en aumento. La violencia en el lugar de trabajo es universal y generalizada, siendo un mal extendido en todos los países desarrollados. Las consecuencias de la violencia psicológica son tan graves sino más que las de la violencia física.
En este relato una enfermera cuenta la agresión verbal y amenaza de muerte que sufrió mientras realizaba la valoración de los pacientes en el área de urgencias de un hospital infantil, su respuesta fue firme, manteniendo el criterio profesional sin bajar la mirada y sin mover un pié del suelo. La presión que suponen las amenazas por parte de algunos usuarios hace que el personal sanitario se encuentre desprotegido y opte por no denunciar en la mayoría de los casos. La firmeza y unidad de criterios entre los miembros del equipo clínico y una atención primaria que abarque la demanda asistencial real, para que los usuarios no se vean obligados a acudir a los servicios de urgencias por problemas banales, serían dos buenos caminos para evitar este tipo de acciones.
The daily life of a nurse in the emergency ward is full of anecdotes and experiences. Recently we have been able to read in newspapers how assaults suffered by professionals are growing. Violence is a universal and generalized fact in work place and it is very wide all though industrialised countries. Consequences of psychological violence are as serious as or even more so than physical violence ones.
In this report a nurse talks about the verbal aggression and threat to kill her she suffered while she observed patients in the casualty department of a Children's Hospital; she answered firmly, keeping a professional criterion without bowing or moving her feet. Pressure that involves threats by some clients makes health personnel feel unprotected and decide not to report in most cases. To avoid these kinds of situations, two right approaches would be firmness and unity of criteria between medical stuff, and a primary care that covers real medical demand in order to avoid people going to the casualty department for trivial matters.