María Costa Marín, Ana María Merino Márquez, Marcos Antonio Catalán Vega
La múltiple oferta de vías comunicativas y fuentes de información favorece el aumento de la desinformación. La ciudadanía se enfrenta al difícil cometido de evaluar la fiabilidad y validez del ingente volumen de información que circula por Internet, a lo que se añade la aparición de noticias falsas o fakes news. La utilización de fuentes no fiables a la hora de manejar información sobre salud puede llevar a tomar decisiones de consecuencias negativas. Las bibliotecas y los profesionales de la información y documentación juegan un papel esencial en el diseño de intervenciones que fomenten el pensamiento crítico, aprender a evaluar las fuentes informativas y fomentar el uso responsable de redes sociales. Estos son los objetivos de la Iniciativa Agenda, que nace para construir y ofrecer servicios dirigidos a pacientes, familias y sociedad en general, para evitar la exposición y el consumo de información no contrastada en materia de salud.