Pocas cosas como la enfermedad revelan tan claramente cuan frágiles somos. La necesidad de otros, la pérdida de independencia, ponen en tela de juicio la opinión que teníamos sobre nuestros recursos y capacidades. Las herramientas que tenemos para hacer frente a esta amenaza son el conocimiento y nuestra capacidad para adaptarnos, para mantener cierto control de la situación, pero estos instrumentos difieren según la persona o grupo al que nos acerquemos. La perspectiva del profesional de la salud es, a la fuerza, diferente a la del ciudadano ajeno al medio. El conocimiento y la experiencia en el ambiente sanitario, ¿son una ventaja o un inconveniente?. Cuando la evolución nos es desfavorable, aventurar las complicaciones y sobretodo identificar las carencias la organización, ¿incrementa nuestro afrontamiento o nuestra desesperación?. La institución sanitaria ¿penaliza al "paciente experto"?, si el Sistema está enfermo ¿puede contagiar a sus pacientes?, y si esto es así, ¿son o somos todos igualmente sensibles al contagio?. El presente relato pretende recoger las reflexiones de un enfermero que recientemente se ha vivido estos interrogantes en primera persona
There are few things such as disease that reveal so clearly how fragile we are. The need of others, the loss of independence, puts into question the opinion that we had of our resources and capacities. The tools we have to face this threat is the knowledge and our capacity to adapt to maintain certain control of the situation, but these instruments defer according to the person or group which we approach. The perspective of the professional of the health is, obviously, different from that of a person unfamiliar with the environment. Is the knowledge and the experience in the health scene an advantage or a disadvantage? When the evolution is negative, to venture the complications and specifically to identify the deficiencies in the organization, Does this increases our confrontation or our desperation. Does the health institution punish the "expert patient"?, if the System is ill. Can this infect its patients?, and if this is true, are they or we equally sensitive to the infection? The present story tries to gather the reflections of a nurse who recently lived these questions in first person