Pilar Abadía Casasús, Patricia García Irazola
El aumento exponencial del consumo de azúcar en los últimos años supone una preocupación a nivel mundial. Múltiples estudios esclarecen los efectos perjudiciales y adictivos del azúcar a nivel cerebral. En su procesamiento se utilizan productos extremadamente tóxicos. Actualmente, en España, se estima un consumo de 111 g/persona/día (18,2% del aporte calórico total), superando los 55 gr recomendados por la OMS. El consumo de azúcar se ha asociado con diferentes patologías y alteraciones como diabetes, obesidad, caries, enfermedades cardiovasculares, alteraciones del sistema inmunológico, afectación endocrina, renal etc. El sistema inmunológico se debilita tras su consumo haciendo al organismo más vulnerable a gérmenes, virus y bacterias nocivas. Para digerirla y asimilarla el cuerpo invierte sus propias reservas. La industria alimentaria remplaza el azúcar común por jarabe de maíz de alta fructosa (HFCS), coincidiendo con un aumento de epidemia de obesidad y síndrome metabólico. Existen alternativas al consumo de azúcar. Los edulcorantes artificiales pueden tener efectos perjudiciales. También existen los edulcorantes naturales, ricos en minerales y vitaminas. Algunos estudios han hallado conexiones entre la sacarosa y patologías psiquiátricas como la esquizofrenia, el TDAH y demencias.
The exponential increase in sugar consumption in recent years is a global health concern. Multiple studies have shown the harmful and addictive effects of sugar into the brain. For sugar processing are used extremely toxic elements. Currently in Spain, there are an estimated consumption of 111 g / person / day (18.2% of total daily calorie intake), exceeding the 55 gr recommended by the WHO. Sugar consumption has been associated with several diseases as diabetes, obesity, tooth decay, heart disease, immune system disorders, endocrine and renal damage. The immune system weakens after consumption, creating more vulnerability to germs, viruses and harmful bacteria. The food industry replaces the common sugar by high fructose corn syrup (HFCS), this represents an increase of epidemics of obesity and metabolic syndrome. There are alternatives to sugar consumption. Artificial sweeteners could have detrimental effects also. Natural sweeteners are high in minerals and vitamins. Some studies have found connections between sucrose and psychiatric disorders such as schizophrenia, ADHD and dementia.