oda revista científica que se precie (y que tenga un verdadero interés por publicar artículos de calidad), realiza una evaluación por pares de los trabajos que recibe antes de su publicación. Es el resultado de esta evaluación el que determina qué artículos serán finalmente publicados, y por ello, la evaluación externa del artículo puede considerarse el procedimiento clave del proceso editorial.
Sin embargo, si bien los editores y directores de revistas sabemos reconocer como merecen, lamentablemente es una labor infravalorada con frecuencia o, al menos, no suficientemente ponderada más allá de los límites del mundo editorial. Es lamentable que el compromiso que los revisores externos muestran con el conocimiento (y, por ende, con su disciplina) al colaborar en esta tarea, no suela obtener el reconocimiento curricular que merecería.
Any scientific journal worthy of its name (and those who have a real interest in publishing quality articles), has a peer review to evaluate contents. It is the result of this review what determinates what articles will be finally published. Therefore, external review could be considered as the key procedure of the process.
Nevertheless, although editors recognize the external reviewers’ task as they deserve it is, regrettably, undervalued often or, at least, not valuated beyond editorial background. It is a shame that the compromise external reviewers have with knowledge (and, consequently, with their discipline) on collaborating with this task, it does not usually has the recognition it deserves.