Madrid, España
• En los pacientes que reciben tratamiento con denosumab se recomienda mantener hábitos de vida saludables, asegurar el aporte necesario de calcio y vitamina D, insistir en las medidas de prevención de caídas, y mantener una adecuada higiene bucal.
• Todos los pacientes tratados con denosumab deben recibir un aporte adecuado de calcio y vitamina D, y en pacientes con riesgo de desarrollar hipocalcemia se debe realizar una analítica a las 2 semanas de iniciar el tratamiento y antes de cada dosis.
• El riesgo de osteonecrosis mandibular durante el tratamiento con denosumab es bajo. No se recomienda la suspensión de denosumab en los pacientes que vayan a someterse a un arreglo bucal.
• Aunque la forma de monitorizar el tratamiento con denosumab no está establecida, puede ser recomendable realizar densitometría ósea cada 2-3 años, controles analíticos periódicos y hacer cribado de nuevas fracturas.
• La suspensión de denosumab puede producir un “efecto rebote” que consiste en una pérdida rápida de densidad mineral ósea, un aumento de los marcadores de recambio óseo y un mayor riesgo de fracturas vertebrales múltiples.
• En los pacientes a los que se suspenda denosumab debe iniciarse otro fármaco antirresortivo (principalmente un bisfosfonato y de preferencia ácido zoledrónico o alendronato). La estrategia “vacaciones terapéuticas”, aplicable en pacientes con bajo-moderado riesgo de fractura después del tratamiento con bisfosfonatos, NO es aplicable en los pacientes tratados con denosumab.