Miguel Melguizo Jiménez, Isabel Rodríguez Bravo, Victoria Puertas Plaza
• Los equipos de atención primaria dotados de autonomía de gestión tienen capacidad para adaptarse a situaciones de crisis sanitarias, como las pandemias, afrontando cambios organizativos y asistenciales.
• Cualquier cambio debe sustentarse en sólidos principios éticos para evitar soluciones meramente restrictivas o selectivas de los servicios a ofrecer.
• Las modificaciones organizativas pasan por establecer modelos que garanticen la simultaneidad de la atención sobre los efectos de la pandemia y a los problemas de salud conocidos (crónicos y agudos) de la comunidad.
• Las modificaciones en las tareas asistenciales pasan por una priorización de las tareas a realizar, teniendo en cuenta las necesidades de las personas y grupos más vulnerables desde el punto de vista clínico y social.
• Reorganizar y priorizar en un equipo de atención primaria supone asumir riesgos importantes que deben tenerse en cuenta. Es esencial evitar problemas de accesibilidad, invisibilidad de patología crónica y despersonalización en la atención.