Para un paciente colostomizado, la contención fecal es uno de los principales problemas a los que se enfrenta después de la intervención quirúrgica. Por la misma sufrirá una serie de cambios no solo de su imagen corporal sino también higiénicos, dietéticos, sociales etc. Como enfermeros debemos saber detectar las necesidades de estos pacientes, para poder prestar así unos cuidados adecuados que les permitan vivir de la forma más óptima posible.
Nuestro objetivo es evaluar si la técnica de irrigación como método de continencia fecal supone una mejora de la calidad de vida de los pacientes colostomizados.
Metodología: A través de un estudio Pretest-postest sin grupo control se pretende evaluar la mejora en la calidad de vida que se obtiene utilizando la técnica de irrigación. Para ello al paciente colostomizado se le enseña la técnica de irrigación, valorando la calidad de vida antes y después de la intervención.
Resultados: El índice de calidad de vida antes de la intervención es del 54,2%, alcanzando un 77,3% (diferencias estadísticamente significativas) después de 2 meses de uso de la técnica de irrigación.
Conclusiones: La técnica de irrigación supone una mejora significativa de la calidad de vida de las personas con colostomía en las ocho dimensiones valoradas en el estudio: Bienestar psicológico, bienestar físico, imagen corporal, dolor, actividad sexual, nutrición, preocupaciones sociales y manejo de dispositivos.
One of the most important problems that a patient with a colostomy has to face after surgery is the intestinal continence. This lead these patients to experience not only a series of physical changes but also hygienic, dietetic, social, etc. As nurses, we must learn how to detect the needs of these patients in order to offer them an appropriate attention to improve their quality of life.
Our aim is to assess if the irrigation technique (IT) as a method for intestinal continence improves the quality of life in these patients.
Methodology: A Pretest-postest study without control group was carried out in order to evaluate the usefulness of IT to improve the quality of life in patients with colostomy. Following a normalized protocol, the technique was taught to patients whose quality of life was evaluated before and after the application of IT.
Results: Quality of life rate before intervention was 54,2% and reached 77,3% (statistically significant) once the patient has used IT for two months.
Conclusions: IT is associated with a remarkable improvement in the quality of life of patientes with colostomy. This improvement is reflected in the eight dimensions analysed: psychological welfare, physical welfare, body image, pain, sexual activity, nutrition, social preoccupations and device handling.