Objetivo. Conocer la prescripción crónica de medicación en personas mayores, variables asociadas y su calidad.
Diseño. Estudio observacional, descriptivo-transversal.
Emplazamiento. Área básica de salud urbana.
Pacientes. Muestra estratificada por grupos de edad y sexo, de 385 personas >=65 años inscritas, no institucionalizadas.
Mediciones y resultados principales. Obtención mediante entrevista de datos sociodemográficos, autopercepción de salud y capacidad funcional. Recogida de patologías y medicación de la historia clínica y tarjetas de medicación autorizada.
Se entrevistaron 349 personas, edad media 73 (DE±6,5), 210 mujeres y 139 varones. Un 12% percibió su salud como mala/muy mala. El índice de Barthel y la escala de Lawton estaban alterados en el 13,8 y 30,4%, respectivamente. Un 93% padecía alguna patología crónica (media, 2,7). El 81,4% tomaba habitualmente alguna medicación (media, 3,1). Los fármacos más consumidos pertenecían a los grupos cardiovascular (32%), sistema nervioso (21%) y aparato digestivo y metabolismo (17%). Destacan dentro del primero: IECA y diuréticos; del segundo: analgésicos y psicolépticos, y del tercero: antiácidos y antiulcerosos. Un 86% tenía un valor intrínseco elevado. Entre los de valor no elevado los más prescritos pertenecían al grupo de antivaricosos, vasoterapia cerebral y periférica y fármacos urológicos. La polimedicación se relacionó significativamente con tener más de 2 patologías crónicas (OR, 7,89; IC del 95%, 4,40-14,15) y una peor autopercepción de salud (OR, 2,51; IC del 95%, 1,13-5,59).
Conclusión. Los ancianos con mayor número de patologías crónicas y peor percepción de salud consumen más medicación. Consideramos la calidad de nuestra prescripción aceptable, aunque debemos revisar las indicaciones de psicolépticos y reducir la de medicación de bajo valor terapéutico.
Objective. To find the chronic prescription of medication in older people, associated variables and its quality.
Design. Observation, descriptive-crossover study.
Setting. Urban health district.
Patients. Sample stratified in age and sex groups of 385 people of 65 and over registered at the health centre and not in institutions.
Measurements and main results. Social and demographic data, self-perception of health and functional capacity were obtained through interview; and pathology and medication records, from the clinical records and authorised medication cards. 349 people, average age 73 (SD±6.5), were interviewed. There were 210 women and 139 men. 12% perceived their health as bad/very bad. Barthel's index and the Lawton scale were disturbed in 13.8% and 30.4%, respectively. 93% suffered some chronic pathology (average 2.7). 81.4% habitually took medication (average 3.1). The most commonly consumed drugs belonged to the cardiovascular (32%), nervous system (21%) and digestive apparatus and metabolism (17%) groups. For the first group, the main drugs were ACEIs and diuretics; for the second, analgesics and psycholeptics; for the third, antiacid and antiulcer drugs. 86% had high intrinsic value. the most prescribed drugs of those with low intrinsic value belonged to the antivaricose, cerebral and peripheral vasotherapy, and urological drugs groups. Multiple medications was realted significantly to having more than two chronic pathologies (OR=7.89, 95% CI 4.40-14.15) and self-perception of worse health (OR=2.51, 95% CI 1.13-5.59).
Conclusion. The elderly persons with a greater number of pathologies and perception of worse health took more medication. We thought that our quality of prescription was acceptable, although we should review the indications for psycholeptics and reduce prescription for medication of low therapeutic value.