Huelva, España
Historiadores de la Enfermería y enfermeros en general nos hemos centrado en nuestro trabajo sin preocuparnos de comunicar a la sociedad nuestros avances y nuestra contribución. Comunicar a un público amplio y no especializado, el saber producido por los historiadores de la Enfermería servirá para que la historia de la Enfermería se conozca dentro y fuera de nuestra profesión, pero también contribuirá a un justo reconocimiento de la profesión enfermera por la sociedad. Para divulgar la historia de la Enfermería en la sociedad encontramos dos problemas que particularmente atañen a la disciplina enfermera: divulgar una ciencia producida por profesionales cuya imagen pública no coincide con su identidad profesional, y el intentar divulgar conocimientos científicos que pueden no interesar a un público mayoritario. Para reformar nuestra verdadera identidad social como enfermeros y gestionar la divulgación de la historia de la Enfermería con eficacia, tenemos que comunicar a la sociedad nuestras actividades, y para ello las instituciones enfermeras interesadas en comunicar eficazmente a la sociedad sus actividades deben contar con gabinetes de comunicación dirigidos por especialistas en comunicación. Para realizar este cometido, los gabinetes de comunicación disponen de instrumentos informativos, demostrativos, y de instrumentos para relacionarse con los medios
Nursing historians and the nursing population in general, have always been more interested in doing our task than in communicating society our advances and contributions. Popularizing the knowledge gathered by the nursing historians to a wide and non-specialized public will serve to disseminate the history of nursing both within and outside our profession and it will also make possible that society shows the nursing professionals the recognition they justly deserve. When aiming to popularize the history of nursing we usually find two main obstacles which particularly concern the nursing discipline. The first one is that we try to popularize scientific knowledge produced by professionals whose public image does not match their professional status; the second one is that we try to disseminate scientific knowledge that may not be interesting or attractive for a majority of the public. In order to transform our true social status as nurses and to manage the effective popularizing of the history of nursing we must tell society about our activities. In this sense, it is necessary that all those nursing institutions interested in the effective communication with society should have communication offices controlled by specialists in this field and equipped with informative and illustrative devices as well as instruments to get into contact with the media