La violencia doméstica es una de las principales causas de muerte y de traumatismos, así como un problema fundamental de salud pública. En los últimos años han aumentado las víctimas mortales, al igual que lo ha hecho el número de denuncias. La violencia puede evitarse y su prevención es una condición indispensable y fundamental, siendo la Enfermería clave en su detección y tratamiento, debido a su accesibilidad en su relación con el paciente.
OBJETIVOS: Conocer si las enfermeras se encuentran capacitadas para detectar malos tratos en Atención Primaria.
METODOLOGÍA: Para captar el punto de vista de los profesionales de Enfermería sobre este problema se desarrolló un estudio cualitativo mediante grupo focal y un cuestionario con preguntas semiabiertas y cerradas.
RESULTADOS: La opinión de las enfermeras de nuestro estudio es que se detectan los malos tratos en los casos de personas que acuden reiteradamente a la consulta, ya que hay que establecer una relación de confianza para que la víctima de malos tratos cuente su problema.
DISCUSIÓN: Las enfermeras no debemos medir el éxito de nuestra intervención a tenor de si la víctima deja o no a su agresor, sino en razón a la idoneidad con la que se valoró la situación, se la asesoró e informó sobre sus derechos y recursos disponibles, ya que la decisión de abandonar al agresor la debe tomar la víctima.
Domestic violence is one of the main causes of death and traumatisms, and has become an important public health problem. In the last years, both the number of casualties and formal complaints due to gender-based violence have increased. This problem can be prevented and nurses play an essential role in its diagnosis and prevention due to the close relationship between them and the patients suffering this type of problem.
Objective: To explore whether primary care nurses are able to detect gender-based violence.
Methodology: In order to explore the professionals’ approach, a qualitative approach based on focus group interviews was designed. The participants’ characteristics were recorded using a specific questionnaire.
Results: Domestic violence can be detected in patients who establish a close relationship with Primary Care nurses. In order to get people suffering gender-based violence talk about their problem, a close relationship is mandatory.
Discussion: Starting a new life far from the aggressor cannot be defined as the only success criteria for nurses attending people who suffer gender-based violence. Leaving or not the aggressor must be decided only by the victims.