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J. Wills, C. Hancock, Martin Nuttall
Objetivo: Esta investigación ha analizado hasta qué punto la salud de las enfermeras es una prioridad para las Asociaciones Nacionales de Enfermería en todo el mundo.
Antecedentes: Cada vez hay más pruebas que vinculan la salud, el bienestar del personal y las dimensiones clave de la calidad del servicio, incluida la seguridad del paciente, la experiencia del paciente y la eficacia de la atención al paciente.
Introducción: El Consejo Internacional de Enfermeras es una federación de más de 130 Asociaciones Nacionales de Enfermeras, que representan a más de 20 millones de enfermeras en todo el mundo. Representantes de estas asociaciones asistieron a un Congreso en Singapur en 2019 en el que se realizó la encuesta.
Métodos: Una muestra de conveniencia de 37 líderes de las Asociaciones Nacionales de Enfermeras de 33 países y 61 representantes de enfermeras participaron en la encuesta.
Resultados: La mayoría de los líderes y los participantes de enfermería consideraron que la salud de las enfermeras debería ser una prioridad, principalmente porque una enfermera sana está en mejores condiciones para prestar una buena atención al paciente. Todos los ejemplos ofrecidos sobre cómo estas Asociaciones abordan la salud de las enfermeras se refirieron a acciones individuales para impulsar el cambio de comportamiento sanitario.
Discusión: Las Asociaciones Nacionales de Enfermeras no tienen una terminología común para hablar sobre la salud de las enfermeras. Cuidar la propia salud se incluyó como parte de la función profesional y la mayoría de los líderes de enfermería pensaron que las condiciones laborales contribuían a una mala salud.
Conclusiones: Existe un acuerdo generalizado de que la salud de las propias enfermeras es importante, pero para la mayoría de las Asociaciones Nacionales de Enfermeras no es una prioridad actual.
Implicaciones para la Política de Enfermería: Avanzar en la salud y el bienestar de las enfermeras debería ser un principio fundamental para los servicios sanitarios y las asociaciones profesionales y se necesita más investigación que demuestre si mejorar los entornos laborales contribuye a la retención y a la contratación de enfermeras.
