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Pilar Galan, Emmanuelle Kesse-Guyot, Mathilde Touvier, Mélanie Deschasaux, Bérnard Srour, Edouard Chazelas, Julia Baudry, Morgane Fialon, Chantal Julia, Serge Hercberg
Al logotipo nutricional Nutri-Score se le ataca a veces porque clasifica como A y B algunos alimentos ultraprocesados. Esto no es sorprendente si se tiene en cuenta que la calidad nutricional (evaluada por Nutri-Score) y el ultraprocesamiento (evaluado por la clasificación NOVA) no abarcan las mismas "dimensiones de salud" de los alimentos, sino que cada una de ellas puede impactar en la salud por mecanismos específicos propios. Al mismo tiempo que cubren dimensiones diferentes y complementarias, sigue existiendo una asociación global entre el grado de transformación y la calidad nutricional de los alimentos. Dentro de los alimentos ultraprocesados existen diferencias en términos de número, tipo y dosis de aditivos, pero también en términos de calidad nutricional, por lo que Nutri-Score permite, dentro de la amplia categoría de productos ultraprocesados (como en todas las categorías de la clasificación NOVA), distinguir su calidad nutricional, lo que es primordial en términos de impacto sobre la salud. Cualquiera que sea el nivel de procesamiento de los alimentos, se ha demostrado que el consumo de alimentos mejor clasificados por Nutri-Score es beneficioso para la salud y tiene un menor riesgo de patologías crónicas. Esto es importante porque, incluso si se recomienda reducir el consumo de alimentos ultraprocesados, para aquellos que no quieren o no pueden evitar consumirlos o para quienes es complicado cocinar (por razones de tiempo, facilidad, preferencia, etc.) la elección de un alimento mejor clasificado en la escala Nutri-Score tiene un impacto favorable en el plano de la salud. En consecuencia, Nutri-Score y el ultraprocesamiento deben considerarse como dos dimensiones diferentes y complementarias.
The front-of-pack nutritional labeling system Nutri-Score is sometimes under attack because it classifies as A and B certain ultra-processed foods. In fact, this is not surprising given that nutritional quality (assessed by Nutri-Score) and ultra-processing (assessed by the NOVA classifi-cation) do not cover the same “health dimensions” in foods but rather different dimensions likely to affect health through specific mechanisms. Although they cover different and complementary dimensions, there is nevertheless an overall association between the degree of processing and nutritional quality of foods. But within the group of ultra-processed foods there are differences in the number, type and doses of additives, as well as differences in nutritional quality. Therefore Nutri-Score allows, within the category of ultra-processed foods (as for all categories of the NOVA classification), to differentiate the nutritional quality of foods, which is essential in terms of health impact. Indeed, regardless of the level of food processing, it has been shown that consuming foods that are better ranked on the Nutri-Score scale is associated with a health benefit and a lower risk of chronic diseases. This is important because, even if it is recommended to reduce the consumption of ultra-processed foods, for those who do not want to or cannot avoid consuming them, for those for whom cooking is difficult (for reasons of time, ease, taste, etc.), the choice of foods better ranked on the Nutri-Score scale has a positive impact on health. Nutri-Score and ultra-transformation must be considered two different and complementary dimensions
