Reino Unido
Si a usted le dijeran ahora mismo: "Descríbame a un historiador", algunos cinéfilos y fans incondicionales como yo dirían sin pensárselo dos veces: "¡Indiana Jones!", si bien es cierto que éste era arqueólogo. Otros con más o menos experiencia en el área de la investigación histórica dirían con optimismo: "Yo mismo". Sin embargo, es posible que la gran mayoría contestara ofreciendo una descripción física del individuo que, en su opinión, reúne algunas de las características esenciales de todo buen historiador: "Un señor, o una señora, sesudo, canoso y, probablemente, un poco miope; rodeado de papeles descoloridos por el paso del tiempo; sentado delante de una mesa polvorienta en el centro de una sala llena de libros, algunos colocados en estanterías, otros desperdigados por la habitación; el historiador en cuestión está solo; se concede la licencia de amenizar sus horas de estudio con algo de música pero trabaja en solitario, concentrado en su investigación y en sus fuentes" [Fragmento de texto]