"Por enumerar nuestras necesidades apremiantes, necesitamos una educación preliminar antes de entrar a las salas del hospital; necesitamos enseñanza post-graduada para mantenernos al día; necesitamos instrucción especial como profesores que nos capacite para asumir puestos de responsabilidad como hermanas y superintendentes; necesitamos de un consejo estatal para examinar y mantener la disciplina en nuestras filas, y deberíamos tener un estatus legal que proteja nuestros derechos profesionales y nos asegure una autonomía profesional amplia" (Bedford Fenwick, 1901, p.5). Con estas palabras Mrs. Bedford Fenwick proponía, nada más comenzar el siglo XX, un incremento formativo y una mejora en la organización enfermera que promoviera beneficios profesionales. Si el establecimiento de una asociación internacional enfermera era una novedad, la primera propuesta contaba con un aval histórico [Fragmento de texto]