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Mikel Izquierdo 
, A. Alonso
Diversos estudios han confirmado que el entrenamiento físico regular de intensidad moderada, se acompaña de una mejora espectacular de la capacidad del aparato cardiorrespiratorio (15 al 30%), de la fuerza muscular (10 al 40%), de la flexibilidad o movilidad articular (15 al 20%), de la habilidad motora y de la longevidad (0.5 a 2.5 años de vida). Estudios epidemiológicos realizados durante las últimas décadas muestran como la práctica de ejercicio físico regular mejora la calidad de vida y disminuye los riesgos de tener enfermedades cardiovasculares, alteraciones en el metabolismo (diabetes, obesidad), disminuye el riesgo de caídas y mejora la reducción en la autonomía e independencia funcional asociada con el envejecimiento. La mejora de la condición física asociada a la salud (i.e. fuerza muscular, movilidad articular, resistencia aeróbica o composición corporal) se asocia con la mejora de la calidad de vida y actúa como mecanismo protector contra el desarrollo de diversas enfermedades crónicas asociadas con el estilo de vida sedentario. En el presente trabajo se examinarán los efectos del ejercicio físico sobre los componentes de la condición física saludable (p.e. fuerza y potencia muscular, resistencia aeróbica y la flexibilidad)
