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En los últimos años la utilización de superficies deportivas de césped artificial se ha generalizado, especialmente en el ámbito del fútbol. La mejora en la calidad, la alta rentabilidad y las garantías de seguridad asociadas a los nuevos productos han sido las causas de este aumento en la producción y del desarrollo de nuevas generaciones de césped artificial.
Este artículo presenta, en base al análisis de algunos estudios que relacionan la práctica deportiva sobre superficies de césped artificial con la generación de lesiones, y a la experiencia acumulada por el IBV (Instituto de Biomecánica de Valencia) durante el desarrollo de proyectos relacionados con éste tipo de superficies, los criterios normativos que regulan la calidad de un campo de césped artificial para la práctica del fútbol, así como el instrumental y la metodología empleada para su valoración.
