Ernest Vinyoles Bargalló
• Es preciso determinar la presión ambulatoria mediante monitorización ambulatoria de la presión arterial (MAPA) (o automedida de la presión arterial [AMPA], según disponibilidad) en la evaluación inicial de todo hipertenso con mal control confirmado en la consulta.
• Hay que definir la hipertensión de bata blanca en función la normalidad de los tres períodos de MAPA (día, noche y 24 horas).
• Debemos evaluar su riesgo cardiovascular, porque hasta un 18% puede presentar un alto o muy alto riesgo.
• En la consulta, hay que evitar determinaciones de presión arterial rutinarias al hipertenso de bata blanca conocido. No son útiles para tomar decisiones clínicas ni terapéuticas.
• Tras el diagnóstico de hipertensión de bata blanca, es conveniente delegar en el propio paciente la monitorización de su presión arterial mediante AMPA.
• Hay que realizar regularmente (anual o bianualmente) una MAPA. Un porcentaje anual variable de hipertensos de bata blanca desarrollan hipertensión sostenida.
• Debemos intervenir precozmente sobre los otros factores de riesgo y sobre los estilos de vida del paciente. En pacientes de alto riesgo, con lesión orgánica subclínica o con enfermedad cardiovascular concomitante hay que valorar el inicio inmediato de tratamiento antihipertensivo.