La educación ha sido considerada durante décadas como un derecho básico ya que ello, garantiza que se proporcione a los individuos habilidades y conocimientos necesarios para desarrollarse como adultos y además, les da herramientas para conocer y ejercer otros derechos en determinado contexto(1). La alimentación y la salud entre otros, son determinantes sociales para el desempeño académico de los habitantes quienes gozan del derecho a la educación y tienen posibilidad de acceder a otros como el trabajo, la cultura y la seguridad (2). De acuerdo con el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (CONEVAL) en México, la educación es una de las vías más efectivas para lograr cerrar brechas de desigualdad y garantizar otros derechos sociales a los grupos vulnerables (3). En la actualidad existen reformas para los procesos de desarrollo social en el país, redefinir las políticas y la puesta en marcha de programas que atañen al campo educativo y al de la salud para la población.