Francisco Herrera Rodríguez (res.)
El sida tiene una historia acumulada de varias décadas en la que se puede ver lo mejor y lo peor del ser humano; desde personas que con abnegación se entregaron a cuidar desinteresadamente a otros, sin saber si iban a contraer la enfermedad o no, mientras que algunos incendiaban la casa donde vivían niños que la habían contraído por las transfusiones de sangre, por no hablar del rechazo social de las personas enfermas que ha sido recogido por los estudiosos (Susan Sontag, El sida y sus metáforas), en el cine (Philadelphia) o en libros tan intensos como Esta salvaje oscuridad de Harold Brodkey, son éstos unos cuantos ejemplos de los muchos que podríamos citar. Uno de los capítulos más tenebrosos se escribió en la provincia China de Henan [Fragmento de texto]