Ciudad Real, España
Fundamentos: A pesar de saberse que la práctica de actividad física puede influir positivamente sobre la salud de las personas mayores, existen variables como el riesgo de dependencia y el nivel de autoestima que pueden mediar en la calidad de vida de las personas. El objetivo del presente estudio fue conocer la relación existente entre el riesgo de dependencia y el nivel de autoestima en las personas mayores.
Métodos: Se entrevistaron 515 personas mayores, de entre 60 y 90 años de edad. Se realizó una única medición, utilizando diferentes escalas y cuestionarios validados (Escala de autoestima personal de Rosenberg, test de Barber y cuestionario Modificado Baecke PAQ). Se realizaron análisis estadísticos (con el programa SPSS v.
23.0) descriptivos, ANOVA, análisis de regresión lineal y correlaciones.
Resultados: El 89,1% presentó riesgo de dependencia, el 32,6% eran activos físicamente y el 43,3% tenían autoestima baja. El nivel de práctica de actividad física evidenció diferencias significativas (p<0,001) favorables para las personas activas, las cuales presentaban menor riesgo de dependencia, mejor autoestima y menor consumo de medicamentos que las sedentarias.
Conclusiones: La práctica de actividad física ayuda a la reducción del consumo farmacológico, lo cual mejora la autoestima de las personas mayores y disminuye el riesgo de dependencia.
Background: Despite knowing that the practice of physical activity can positively influence the health of older people, there are variables such as the risk of dependency and the level of self-esteem that can mediate people´s quality of life. The objective of this study was to know the relationship between the risk of dependence and level of self-esteem in older people.
Methods: 515 seniors between 60 and 90 years old were interviewed. A single measurement was made, using different scales and validated questionnaires (Rosenberg personal self-esteem scale, Barber test and Modified Baecke PAQ questionnaire). Statistical analyzes (with the SPSS v. 23.0 program) descriptive, ANOVA, linear regression analysis and correlations were performed.
Results: 89.1% had dependency risk, 32.6% were physically active and 43.3% had low self-esteem. The level of physical activity practice showed significant differences (p<0.001) favorable to active people, who had a lower risk of dependence, better self-esteem and lower consumption of medications than sedentary ones.
Conclusions: The practice of physical activity helps reduce drug consumption, which improves the selfesteem of the elderly and decreases the risk of dependence.