La rápida difusión del método jenneriano se cimentó en la sencillez para practicarlo, en su aparente eficacia para combatir las viruelas y en su oportunidad epidemiológica, ya que apareció en el momento de mayor recrudecimiento de la enfermedad.
El impulso inicial para su propagación, que originó un reconocido movimiento de protección de la salud poblacional, no estuvo exento de controversia. A la vez que se iban sumando defensores de la vacuna, aparecían opiniones contrarias que utilizaban críticas diversas para desprestigiarla. La más común era divulgar sus supuestos fracasos utilizando los medios de comunicación de la época, para lo que se aireaban casos ocurridos en los hijos de personalidades notables de la sociedad.
Ignacio María Ruiz de Luzuriaga (1763-1822), en calidad de secretario de la Real Academia de Medicina Matritense asumió un papel catalizador, convirtiéndose en protagonista de la historia inicial de la vacunación en España. Ha sido considerado como introductor, divulgador y ardiente defensor de la vacuna, tal como se desprende del análisis de la abultada correspondencia que generó entre 1801 y 1802, catalogada como “Papeles sobre la vacuna”.
Estos documentos, conservados en la biblioteca de la Academia, muestran su actividad como propagador del método y de su capacidad para dar respuesta a las dudas e inquietudes relacionadas con sus posibles efectos adversos, evitando que se pusiera en peligro la continuidad de las vacunaciones.
The rapid diffusion of the jennerian method was founded in simplicity to practice, in its apparent effectiveness in combating smallpox and its epidemiological opportunity, as it appeared at the time of greatest recrudescence of the disease.
The initial impulse for it’s propagation, which originated a recognized movement to protect population health, was not without controversy. At the same time that defenders of the vaccine were added, opposite opinions appeared that used diverse critics to discredit it. The most common was to reveal their alleged failures using the media of the time, so cases were reported that occurred in the children of notable people in society.
Ignacio María Ruiz de Luzuriaga (1763-1822), as secretary of the Royal Academy of Medicine he assumed a catalytic role, becoming the protagonist of the initial history of vaccination in Spain. It has been considered as an introducer, disseminator and ardent defender of the vaccine, as can be seen from the analysis of the bulky correspondence generated between 1801 and 1802 cataloged as “Papeles sobre la vacuna”. These documents, preserved in the Academy library, show their activity as a propagator of the method and its capacity to respond to the doubts and concerns related to their possible adverse effects, avoiding jeopardizing the continuity of vaccines.