El cáncer de vejiga es la cuarta causa de cáncer en varones en España y la octava en mujeres, siendo el segundo urológico en frecuencia tras el de próstata. Existen diferencias importantes en la localización de los diagnósticos de tumores de vejiga, siendo más numerosos en Europa Occidental y en América del Norte que en el resto del mundo; predomina en la raza blanca y en varones, en pacientes expuestos a sustancias químicas como el arsénico, en pacientes con cistitis crónica, en pacientes con un tratamiento oncológico previo y en pacientes con antecedentes familiares de cáncer de vejiga.
La principal causa productora de cáncer de vejiga es el tabaco, por la cantidad de productos cancerígenos que contiene, que son absorbidos y eliminados a través de la orina.
Los tumores vesicales más comunes son los tumores uroteriales (ya sea de alto o bajo grado), aunque también se presentan tumores escamosos, adenocarcinomas o carcinomas de células pequeñas.
La manera más común de manifestación es la hematuria, en mayor o menor grado, y el diagnóstico se realiza a través de una citología o de manera más efectiva con una cistoscopia con visión directa de toda la vejiga.
En estadios iniciales, el tratamiento es la realización de una resección transuretral de vejiga y después se añade un tratamiento quimioterápico intravesical o inmunoterapia con control cistoscópico cada tres meses.
Cuando el tumor vesical infiltra a la pared muscular (T2) será necesaria la extirpación completa de la vejiga (cistectomía radical) junto con ganglios cercanos, debiéndose realizar una nueva conducción de orina al exterior mediante una derivación urinaria. La más frecuente en Europa es la derivación urinaria heterotópica ureteroileostomía tipo Bricker, en la que con una porción de íleon se creará un conducto ileal donde se abocarán los uréteres. El extremo distal de esta porción ileal se abocará a piel en forma de urostoma, por donde saldrá la orina al exterior de forma incontinente.
Según la Asociación Europea de Urología (EAU), la cistectomía es el tratamiento por excelencia para el tumor músculo invasivo y para aquellos tumores superficiales recurrentes.
En 2017, según datos del Instituto Nacional de Estadística, se produjeron 4.620 casos de muerte por esta enfermedad en España. Según la Sociedad Española de Medicina Oncológica, la incidencia de cáncer de vejiga en 2017 fue de 14.677 nuevos casos. La Organización Mundial de la Salud (OMS) define calidad de vida como “la percepción que un individuo tiene de su lugar en la existencia, en el contexto de la cultura y del sistema de valores en los que vive y en relación con sus objetivos, sus expectativas, sus normas y sus inquietudes. Este concepto está influido por la salud física, psicológica, su nivel de independencia, sus relaciones sociales y su relación con el entorno”.
Los indicadores físicos más representativos son la equidad, el empleo y seguridad y asistencia social, alimentación y nutrición, salud pública, cultura y arte.
El concepto de calidad de vida se usa como evaluador de salud y sirve para evaluar y mejorar los planes de salud de los gobiernos
Bladder cancer is the fourth cause of cancer among men and the eighth among women, being the second after prostate cancer. There are important differences in the location of the diagnosis for bladder cancer, being more numerous in West Europe and North America than in the rest of the world; it predominates in whites and men, in patients exposed to chemicals like arsenic, in patients with chronic cystitis, in patients with a previous cancer treatment and in patients with family history of bladder cancer.
Tobacco consumption is the main cause for bladder cancer because of the number of carcinogenic products it contains, which are absorbed and eliminated through urine.
Urothelial tumor is the most common type of bladder cancer (low-grade or high-grade), although squamous cell carcinoma, adenocarcinomas, small-cell carcinoma may also occur.
Haematuria is one of the most common presentations, to a greater or lesser degree, and the diagnosis of haematuria is confirmed through urine cytology or through a cystoscopy procedure to look into the bladder.
Transurethral resection (TUR) of the bladder is a common procedure that is used as a treatment for early stages. Following TUR a treatment of intravesical chemotherapy and immunotherapy is initiated with a cystoscopic surveillance every three months.
If the tumor has spread to the muscle of the bladder-wall (T2) it is necessary to remove the entire bladder (radical cystectomy) and create a new urinary diversion. The most commonly used diversion is ureteroileostomy, where an ileal conduit (Bricker) is created: ureters will be attached to one end, while the other end will be taken to the skin to construct a stoma through which urine will be drained continuously into a bag on the outside of the body.
According to the European Association of Urology (EAU), cystectomy is considered the gold standard treatment for muscle invasive bladder cancer and for superficial tumors that are recurrent.
According to data from the National Institute of Statistics, in 2017, there were 4,620 cases of death due to this illness in Spain. According to the Spanish Society of Medical Oncology, the recurrence of new cases of bladder cancer was of 14,677 in 2017. The World Health Organization (WHO), defines quality of life as “the individual’s perception of their position in life in the context of the culture and value systems in which they live and in relation to their goals, expectations, standards and concerns.
This concept is affected by the person’s physical health, psychological state, level of independence, social relationships and their relationship to salient features of their environment”. The most representative indicators are equity, employment, security, social welfare, food and nutrition, public health, culture and art.
The concept of quality of life is used not only to evaluate health status but also used to evaluate and improve governments’ health plans.