El ámbito rural es eminentemente diverso y complejo.
El mismo concepto de ruralidad es polémico y contencioso, según los países y el contexto. Sin embargo, existe un conjunto de dinámicas globales que afectan a los enclaves rurales y a su organización social, y también a los determinantes sociales de los que depende gran parte de la salud de sus habitantes.
El médico de familia rural se encuentra en una situación estratégica, gracias al conocimiento del territorio y su comunidad, así como a las relaciones que mantiene con ésta para realizar un análisis centrado en estas influencias externas sobre el funcionamiento de la comunidad y sobre las condiciones y estilos de vida que afectan a las personas de un territorio.
Además, la medicina rural como escenario profesional para la promoción de la salud cuenta con un instrumento movilizador. Éste sería el capital social que el médico rural sea capaz de acumular en mayor medida que en el medio urbano, para así llevar a cabo acciones comunitarias participativas (basadas en activos para la salud) empoderadoras y salutogénicas, y también para ejercer como advocate o compromisario por la salud. Así mismo, el médico de familia y la provisión de servicios sanitarios son piezas clave para sanar, asistir y cuidar, así como para el desarrollo y sostenimiento de los enclaves rurales, para mantener la habitabilidad de estos lugares y para el ejercicio efectivo del derecho a la salud en términos de igualdad territorial.
The rural environment is eminently diverse and complex, and the concept of rurality is controversial and contentious depending on the countries and the context. However, there is a set of global dynamics that affect rural enclaves and their social organization, as well as the social determinants on which much of the health of their inhabitants depends.
The family doctor in rural areas is in a strategic position thanks to the knowledge of her or his territory and community, and her or his close relation to it that is needed to carry out a contextual analysis of these external influences on the functioning of the community, on the conditions and lifestyles that affect the people in the community. In addition, rural medicine as a professional setting for the promotion of health, has a mobilizing instrument, the social capital that the rural doctor is able to accumulate to a greater extent than in an urban environment, in order to carry out empowering and salutogenic participatory-based community actions and to advocate for health. Likewise, the family doctor and the provision of health services are key pieces in the process of healing, assisting and caring for the development and support of rural enclaves, in order to maintain the habitability of these communities and to effectively exercise the right to equitable health services.