En los últimos diez años ha habido un creciente interés por la salud física de los pacientes que sufren enfermedades mentales, reconociéndose que tienen un mayor riesgo de sufrir problemas de salud general por diversas razones: hábitos de vida, mala nutrición y los cambios en el metabolismo inducidos por la propia enfermedad y por algunos fármacos [Fragmento de texto]