Hay algo especial en la experiencia de participar de un grupo humano con el que uno se siente en sintonía. Ciertamente, cuanto mayor sea este grupo, más difícil es que esa sintonía se base en algo más que en la superficialidad de las emociones primarias. Sin embargo, cuando lo que nos reúne es la reflexión y la inquietud por ahondar en el conocimiento es posible sentir una verdadera conexión intelectual con los otros [Fragmento de texto].