Manuel Amezcua Martínez
Juan de Dios, el de Granada, erigió su hospital en las medianerías del siglo XVI, instaurando consciente o inconscientemente un modelo de asistencia al enfermo que introdujo innovaciones sustanciales en el panorama hospitalario de la España Moderna. Tanto en su diseño arquitectónico, como en la distribución de los enfermos, o en el enfoque del cuidado, el hospital granadino estableció una ruptura con los hospitales de corte medieval. Inauguraba una manera diferente de entender la asistencia, que luego sería concretada en el llamado voto de la hospitalidad, el cuarto de los que profesaban aquellos primeros hermanos para ejercer como enfermeros hospitalarios [Fragmento de texto].