Este amplio grupo de psicoestimulantes comprende diversas sustancias de diferente estructura química, con cinco mecanismos de acción diferentes simpáticomiméticos. Los psicoestimulantes sintéticos más utilizados pertenecen, principalmente, al grupo de las feniletilaminas y de las arexilaminas. El análisis toxicológico de las sustancias tiene interés tanto desde el punto de vista sanitario como policial (identificación de laboratorios clandestinos, rutas y cauces de distribución, etc.). Las sustancias encontradas en las muestras ilícitas pueden clasificarse en seis grupos: principios activos, disolventes o excipientes, adulterantes, contaminantes, impurezas de fabricación e impurezas de origen. La riqueza en principios activos de los preparados clandestinos de MDMA y análogos ha ido en aumento en la última década, pasando de un 27% en 1990 hasta el 42% en 2001. El 82% de las muestras de MDMA y análogos analizadas, en nuestro medio, carecen de adulterantes, siendo los más frecuentes cafeína, anfetaminas y efedrina. La existencia de fenómenos de tolerancia dificulta el establecimiento de niveles tóxicos y/o letales de estas sustancias.