Francisco Herrera Rodríguez (res.)
Durante la lectura de este libro, escrito desde el recuerdo apasionado y la documentación de archivo, ha venido a mi memoria en varias ocasiones una frase del Libro de las fundaciones de Teresa de Cepeda, dice así: “Pues ya que tenía la licencia, no tenía casa ni blanca para comprarla”. Y el aforismo de Cajal: “A patria chica, alma grande”. Más adelante se verá por qué (...).