Objetivo: Estudiar si la práctica deportiva habitual conlleva beneficios visibles y cuantificables para la salud de las personas que la practican, si existen diferencias entre sexos y las motivaciones para seguir una vida activa.
Metodología: Estudio transversal en el ámbito de la atención primaria. Se seleccionaron 100 sujetos (50% mujeres) con edades comprendidas entre 30 y 60 años, distribuidos en 2 grupos, en dependencia de si realizan o no actividad física. Mediciones Principales: Índice de masa corporal, tensión arterial, colesterol (LDL-C, HDL-C), triglicéridos, glucemia, consumo tabaco (cigarrillos/día), y nivel de estrés.
Resultados: En el grupo de las mujeres se aprecian diferencias significativas (p<0,05) entre los diferentes rangos de edad para el IMC, TA, colesterol y triglicéridos, no apreciándose estas entre los hombres. Las mujeres activas presentan menores cifras medias de colesterol, LDL-C, y estrés que las sedentarias y mayores de HDL-C, siendo estas diferencias significativas (p<0,05). Los hombres activos además menores cifras de TAS, y triglicéridos que los sedentarios, siendo estas diferencias significativas (p<0,05).
Conclusiones: La práctica habitual de ejercicio físico aeróbico, podría interferir con los factores de riesgo cardiovascular y contribuir a disminuir la prevalencia de enfermedades cardiovasculares secundarias en la población, si bien los beneficios no son iguales en mujeres que en hombres, lo que requiere una mayor reflexión y actuaciones específicas en cada grupo por parte de los profesionales de la salud, posibles gracias a conocer las motivaciones de la población para seguir una vida activa.
Objective: Study if the sports practice means visible and quantifiable benefits to the health of people who practice, if there are differences between sexes and motivations to follow a life active.
Metodology: Cross-sectional study in the field of primary health care. We selected 100 subjects (50% women) aged between 30 and 60 years, distributed in 2 groups, depending on whether or not to perform physical activity. Main measurements: Index of body mass, blood pressure, cholesterol (LDL-C, HDL-C), triglycerides, glucose, tobacco consumption (cigarettes/day), and level of stress.
Results: In the Group of women is significant differences (p < 0,05) between the different age ranges for BMI, TA, cholesterol and triglycerides, not appreciating these men. Active women have lower averages of cholesterol, LDL-C, and stress that the sedentary and older of HDL-C, being these significant differences (p < 0,05). Active men also under TAS, and triglycerides than the sedentary figures still these significant differences (p < 0,05).
Conclusions: The practice of aerobic exercise, could interfere with cardiovascular risk factors and contribute to reducing the prevalence of cardiovascular disease secondary to the population, but the benefits are not equal in men that women, which requires further reflection and specific actions in each group by health professionals, possible thanks to the motivation of the population to continue an active life.