Josep Carreras Barnés
Durante la época franquista la universidad española se rigió sucesivamente por tres leyes: la Ley de Ordenación de la Universidad Española de 1943, la Ley sobre Estructura de la Facultades Universitarias y su Profesorado de 1965, y la Ley General de Educación de 1970. Los procedimientos de selección del profesorado contenidos en todas ellas poseían elementos que permitían evaluar determinados aspectos de la calidad docente de los candidatos; pero durante todo el período de vigencia de las mismas no hubo en la universidad prácticas habituales y generalizadas de evaluación de la docencia universitaria, debido tanto a la poca propensión de los profesores universitarios a ser evaluados como a la persistencia del sistema de oposición o de concurso-oposición para acceder con carácter vitalicio a la situación docente. Durante los primeros años de la transición democrática se realizaron diversos intentosde promulgar una ley que adaptara las estructuras y las funciones de las universidades a la nueva realidad socio-política del país; pero todos ellos fracasaron por falta de suficiente apoyo parlamentario, hasta que en 1983 el gobierno socialista promulgó la Ley de Reforma Universitaria. Esta ley, que rigió la vida de la universidad española durante casi veinte años, abrió nuevas perspectivas de evaluación de la calidad docente con vistas a la selección y promoción del profesorado.