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El autor expone su pensamiento sobre las nuevas tecnologías aplicadas a la salud bajo el prisma de los valores de San Juan de Dios. ¿Cómo compaginar la evolución científica y tecnológica que afecta a la salud de las personas con la Hospitalidad, con la espiritualidad, con Dios? Los equipos interdisciplinarios de salud hoy no sólo necesitan una preparación fundamentada en conocimientos científicos que exige el avance tecnológico moderno, tampoco pueden contentarse con ser solamente técnico-científicos, han de aprender todos los días a ser sensibles al dolor humano. La ciencia es necesaria, nos hace fuertes, pero no mejores.
La tecnología y las capacidades puestas en la salud y asistencia sanitaria, también demandan formas de inteligencia humana que no hemos sido capaces de reproducir tales como la empatía o los juicios emitidos tomando en consideración factores profundamente individuales. Sigue siendo preciso el principio de humanización personal y asistencial.
