Davika D. Reid, Alexandra A. Garcia
Objetivos: (1) Identificar el conocimiento y la orientación de proveedores de atención sanitaria formales e in- formales sobre las recomendaciones de atención al recién nacido; (2) identificar las directrices de atención uti- lizadas; y (3) determinar la formación del proveedor de atención sanitaria en relación con las recomendaciones.
Antecedentes: En África subsahariana, muchas muertes de recién nacidos se producen en la comunidad entre dos a 42 días de vida. Introducción: Los proveedores de atención sanitaria formales e informales, incluidas las enfermeras y los tra- bajadores de salud comunitarios, orientan a los cuidadores de recién nacidos, pero se sabe poco sobre sus reco- mendaciones.
Métodos: Revisión integradora de los estudios realizados entre 2000 y 2018 después de la búsqueda en PubMed, CINAHL, Embase y revistas sanitarias africanas. Se evaluó la calidad del estudio y se sintetizaron los resultados.
Resultados: Se incluyeron doce estudios cualitativos, cuantitativos o de métodos mixtos (de buena a mala calidad) de siete países. Once informaron de una a tres recomendaciones; un estudio trató sobre ocho recomendaciones. Se notificaron conocimientos u orientaciones sobre alimentación, atención del cordón umbilical, reconocimiento de enfermedades, derivaciones, tratamiento informal, visitas domiciliarias, vacunas, exámenes de seguimiento, cuidados térmicos, bajo peso al nacer y uso de mosquiteros. Los proveedores formales de servicios sanitarios proporcionaron recomendaciones en solo dos estudios. Cuatro estudios documentaron el uso de directrices. Seis estudios informaron sobre formación.
Discusión: Los estudios fueron principalmente descriptivos, limitando la calidad. Se priorizaron las recomendaciones sobre alimentación y atención del cordón. Las directrices de atención fueron subutilizadas. Se necesita formación adicional sobre recomendaciones. Estos resultados con respecto a los proveedores de atención sanitaria se alinean con otras regiones con alta mortalidad neonatal.
Conclusión: Se necesita investigación que mejore y mantenga el conocimiento, la orientación y el uso de directrices entre los proveedores para abordar la mortalidad neonatal.
Implicaciones para la enfermería: El único rol de las enfermeras para promover la salud del recién nacido parece poco investigado. La profesionalización y la especialización de las enfermeras podrían contribuir a un conocimiento sostenido y a la orientación sobre las recomendaciones para recién nacidos.
Implicaciones para la política sanitaria: A medida que los países adoptan la atención sanitaria universal, se ne- cesitan políticas que permitan a los proveedores formales fomentar la participación de la madre con el recién nacido en relación a la promoción de la salud del mismo antes del retorno a la comunidad. La colaboración entre proveedores formales e informales podría mejorar la divulgación de las recomendaciones y contribuir a mejorar la salud del recién nacido.