Nuria Tabuenca Prat, Laura Viscasillas Salas, María José Betés Arregui, Rebeca Arregui Combalía
La anafilaxia es un proceso potencialmente letal, consiste en una reacción sistémica grave producida por la liberación de mediadores inflamatorios: mastocitos y basófilos activados por un mecanismo inmunológico mediado por IgE. La etiología más frecuente son los fármacos y alimentos, seguidos por el látex, las picaduras de himenópteros, el Anisakis, el ejercicio físico y el frío. Las manifestaciones clínicas pueden ser cutáneas, cardiovasculares, respiratorias, digestivas o neurológicas.
Es muy importante el diagnóstico y el tratamiento precoz. El tratamiento inicial de elección es el uso de adrenalina en inyección intramuscular en el vasto lateral del cuádriceps, acompañado de las medidas de soporte que requiera la situación de urgencia. Para evitar una posible repetición del cuadro clínico el tratamiento será la evitación del agente causal, si se conoce, la educación del paciente y si lo precisa la gravedad del cuadro prescribir adrenalina autoinyectable, corticoides y/o antihistamínicos.