Nuria Tabuenca Prat, Laura Viscasillas Salas, María José Betés Arregui, Rebeca Arregui Combalía
Las convulsiones febriles simples son crisis convulsivas desencadenadas por un proceso febril agudo sin que exista ningún daño a nivel del sistema nervioso central. Es un trastorno benigno dependiente de la edad, de predominio convulsión tipo generalizada y breve. Es el tipo de convulsión más frecuente en la infancia. Su incidencia es en la mayoría de los casos desde los 18 meses a los 2 años de edad. El control de la fiebre con medidas físicas o antitérmicas y el uso de anticonvulsivantes no reducen la recurrencia de las convulsiones febriles. El pediatra y/o la enfermera de familia y comunitaria tiene un papel vital, es fundamental adiestrar a los padres en el manejo de la fiebre, cuando aparezca un cuadro agudo para disminuir su estrés, ansiedad y temor frente a la fiebre y la convulsión febril. El pronóstico a largo plazo es bueno.