Objetivo. Conocer las características sociodemográficas y familiares, así como el malestar psíquico y motivos de consulta de los hiper y normoutilizadores de una consulta de atención primaria.
Diseño. Estudio transversal, con grupo control.
Emplazamiento. Atención primaria.
Pacientes. Ciento veintisiete hiperutilizadores (acuden a la consulta un número de veces mayor o igual a la media de visitas más una desviación estándar, estratificando por sexo y edad) y 120 normoutilizadores elegidos mediante muestreo aleatorio estratificado.
Intervenciones. Cuestionario con datos de caracterización, demografía familiar, malestar psíquico (cuestionario de salud general de Goldberg) y motivos de consulta.
Resultados. Para ser considerado hiperconsultor, el número de visitas anuales osciló entre >=8 visitas (en los de 15-44 años) y >=20 visitas (en los varones de más de 65). El porcentaje de hiperutilizadores fue próximo al 12% en casi todos los grupos, excepto en los varones de 45-64 y en las mujeres de más de 64 años, que fue próximo al 18%.
No encontramos diferencias relevantes en cuanto a la demografía y percepción de la función familiar entre normo e hiperutilizadores. En casi un 60% de los hiperutilizadores y en el 34% de los normoutilizadores (p<0,001) se detectó malestar psíquico.
Conclusiones. Al estratificar por edad y sexo en la definición de hiperutilizador, sus características sociodemográficas son muy diferentes a las de otros estudios, aunque su número sea similar; por otra parte, dichas características demográficas y/o familiares son similares en normo e hiperconsultores.
Care practice.
Design. Crossover study with a control.
Setting. Primary care.
Patients. 127 hyper-attenders (they attended the practice as often as, or more often than, the mean number of visits, stratified by sex and age) and 120 normal attenders chosen by stratified random sampling.
Interventions. Questionnaire with characterisation data, family demography, psychological malaise (Goldberg general health questionnaire) and reasons for consultation.
Results. To be considered a hyper-attender, the number of attendances per year ranged from >=8 (in 15 to 44-year olds) to >=20 (in men over 65). Hyper-attenders were about 12% of almost all groups, except in men between 45 and 64 and women over 64, in whom it was around 18%. We found no relevant differences between normal and hyper-attenders as to demography or perception of family function. In almost 60% of hyper-attenders and 34% of normal attenders (p<0.001), psychological malaise was detected.
Conclusions. If the definition of hyper-attenders is stratified by age and sex, their social and demographic characteristics are very different from in other studies, even though there are a similar number of them. However, these demographic and/or family characteristics are similar in normal and hyper-attenders.