Objetivo. Determinar si, en las condiciones de la práctica clínica diaria, los distintos patrones de uso de los nuevos antidepresivos podrían asociarse a diferencias en la utilización de recursos sanitarios.
Diseño. Estudio naturalista, retrospectivo, observacional.
Emplazamiento. Un centro de salud de un área urbana.
Pacientes. Criterios diagnósticos según DSM-IIIR de trastorno depresivo y tratamiento con los nuevos fármacos antidepresivos (n=328).
Intervenciones. Se recogió información sobre la utilización de recursos sanitarios en todos los pacientes tratados con fluoxetina (FLX), fluvoxamina (FLV) sertralina (SER), paroxetina (PAR) y venlafaxina (VLF). Se compararon los costes directos, indirectos y totales según los diferentes patrones de uso (uso estable, aumento de dosis, cambio de tratamiento o potenciación) y según los antidepresivos inicialmente prescritos. El período de seguimiento fue de 6 meses.
Resultados. Los costes directos y totales diarios de los pacientes en los que se modificó el tratamiento fueron 55% (p<0,01) y 87% (p=0,001) mayores, respectivamente, que los de los pacientes que se mantuvieron en tratamiento estable. Los costes totales diarios de los pacientes tratados con SER, VLF y PAR fueron un 35% (p<0,05), 80% (p<0,05) y 37% (p<0,05) mayores, respectivamente, que los tratados con FLX. Los pacientes tratados con SER y VLF tuvieron unos costes directos diarios 48% (p<0,001) y 58% (p<0,05) mayores que los tratados con FLX.
Conclusiones. Los nuevos fármacos antidepresivos se asocian a distintos patrones de uso, siendo FLX aquel que más se utiliza según un patrón de uso estable. Los patrones de uso se relacionan con diferencias en la utilización de recursos sanitarios. Los pacientes en tratamiento estable presentan unos costes sanitarios más bajos que aquellos que precisan aumentos de dosis, cambio o potenciación. Es necesario realizar estudios aleatorizados en condiciones naturalistas que confirmen estos resultados.