Isabel Huertas Zarco, Inmaculada Pereiró Berenguer, J. Roig Sena, Antonio Salazar Cifre, José Luis Chover Lara, C. Guerrero Cerdá, I. Cordero Garrido, J. M. Gil Alcani, M. Pérez Martín
Objetivo. Conocer la prevalencia de consumo de tabaco, alcohol y marihuana, así como los hábitos de relación, en una cohorte de adolescentes de tercero de enseñanza secundaria obligatoria (ESO), que acceden por primera vez a uno de los 4 institutos de Puerto de Sagunto y la evolución de estos hábitos tras un año de seguimiento.
Diseño. Estudio observacional transversal con recogida de datos en dos momentos.
Emplazamiento. Los 4 institutos de Puerto de Sagunto (Valencia).
Pacientes u otros participantes. Adolescentes de tercero de ESO que acceden por primera vez a los 4 institutos de Puerto de Sagunto en el curso 1995-1996.
Intervenciones. Se pasó una encuesta validada de hábitos de salud y de relación autocumplimentada a los alumnos de tercero de ESO (n=573), y un año después se pasó la misma encuesta a los alumnos ya en cuarto de ESO (n=395).
Mediciones y resultados. Sobre hábitos de salud, se encontraron diferencias estadísticamente significativas en diversas variables: en consumo de tabaco, varias veces al mes pasa del 30 al 40%; en consumo de alcohol, más que probado pasa del 35 al 52%; en te has emborrachado, la respuesta nunca pasa del 67 al 57%; en consumo de marihuana, la respuesta nunca pasa del 82 al 72%.
Sobre los hábitos de relación se encontraron diferencias estadísticamente significativas en cuanto al número de salidas nocturnas a la semana, que pasa de 1,07 a 1,33; la hora de regreso antes de las 10, que pasa del 23 al 8%, así como el tipo de asociaciones a las que pertenecen donde la respuesta club deportivo pasa del 38 al 46%. En el apartado de relación con sus profesores, la respuesta buena pasa del 89 al 93%.
Conclusiones. El paso de 14 a 15 años supone en esta población un aumento de consumo de alcohol, tabaco y marihuana, salen más días por la noche y regresan más tarde a casa, se asocian más en clubes deportivos y tienen mejores relaciones con sus profesores. El conocimiento de estos hábitos permite la intervención con programas preventivos, que intenten modificar actitudes hacia estos hábitos tóxicos y promover los más saludables.