Francisca Bernal Pérez
Como profesionales de sanidad, se nos encomienda cuidar, curar y salvar vidas. En este artículo se evidencia que algunas veces nuestra labor se ve empañada por consideraciones ético-religiosas que son básicas para la persona que las tiene, pero que para los individuos que nos las tenemos incide en la sensación de que estamos abandonando a un enfermo en una ruleta rusa, de pronósticos reservados. Pero hemos de incidir también en el derecho que tiene cada paciente de aceptar su religión como base de su integración como persona.
As health professionals, we are entrusded to care, cure and save live. This article shows that sometimes our work is hampered by ethical religious considerations are central tho the person who has them, buf for individuals that have an impact on us the feeling that we are abandoning a patient in a russian roulette, forecasting reserved. But we also have implications for the right of every patient to accept their religion as a basis for their integration as a person.