• La carga burocrática es inherente a la práctica médica, una profesión altamente normalizada, y es causa de sufrimiento profesional.
• Los sistemas sanitarios usan la burocracia como mecanismo de control, lo que produce proletarización y desprofesionalización en los sanitarios.
• Para reducir la burocracia es fundamental evaluar, señalar ineficiencias, proponer mejoras y aprender a decir no.
• Ante una situación de sobrecarga, la ética y el profesionalismo nos dicen que la burocracia debe quedar en segundo plano. La prioridad siempre será la atención del paciente.
• Es fundamental la participación y el liderazgo de los profesionales sanitarios, junto a gestores e informáticos, en el diseño de la historia clínica electrónica, para orientarla más hacia la clínica y menos a la gestión.