Juan José Chillarón Jordán, Elisenda Climent, Gemma Llauradó Cabot, Silvia Ballesta, Juana Antonia Flores Le Roux
• La terapia con infusión subcutánea continua de insulina (ISCI) administra una dosis basal de insulina independiente de la ingesta programable cada hora del día, y bolos de insulina que debe calcular el propio paciente en función de la glucemia en ese momento, de las raciones de hidratos de carbono que vaya a ingerir y de la actividad que va a realizar.
• La infusora administra la insulina que tiene programada horariamente y los bolos de insulina que le indica el paciente. NO toma decisiones para corregir hipo- o hiperglucemias.
• Las principales ventajas de la terapia con ISCI son la posibilidad de aplicar diferentes pautas basales en función de la actividad en cada hora del día, y bolos de insulina prolongados según el tipo de ingesta. Además, únicamente hay que recambiar el botón de inyección cada 2-3 días, lo que reduce significativamente el número de inyecciones.
• En caso de que aparezca cualquier problema con la ISCI, se ha de desconectar de la infusora e iniciar tratamiento con plumas precargadas de insulina. Se recomienda administrar la dosis basal total diaria en forma de insulina glargina o degludec cada 24 horas, y los bolos de insulina preprandiales a igual dosis que los que administraría la infusora.