- Se recomienda realizar el cribado de alteraciones emocionales en todas las visitas puerperales.
- El cribado inicial se realiza con dos preguntas sencillas (Tabla 2), y si las respuestas son negativas se sugiere no continuar con el diagnóstico de depresión posparto.
- Ante síntomas depresivos que persisten 2 semanas o más, hay que hacer diagnóstico diferencial con la depresión posparto.
- Para detectar la depresión posparto se utiliza la Escala de Edimburgo. Un valor ≥ 12 puntos confirma el diagnóstico de depresión posparto (Tabla 5).
- Para la clasificación diagnóstica de la depresión, se pueden usar los criterios del DSM-5 (Tablas 6 y 7).
- Es preciso realizar un seguimiento e informar sobre la necesidad de descanso adecuado, soporte y ayuda para los cuidados del bebé.
- Es importante informar a las mujeres sobre las alteraciones emocionales posparto. Información disponible en internet (referencias bibliográficas 10 a 12).
- El “blues” posparto se resuelve espontáneamente, requiere apoyo y seguimiento (se considera factor de riesgo para la depresión posparto).
- El tratamiento de la depresión posparto depende de las preferencias de la mujer, si está lactando y de la intensidad de los síntomas; inicialmente se prefiere la psicoterapia.
- Los antidepresivos deben usarse en mujeres lactantes valorando seguridad y riesgo/beneficio. Son de elección los inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina; se recomiendan los de menor excreción en leche materna y mayor experiencia de uso (consultar ficha técnica).