Rodrigo Muelas Soria
El cáncer en pacientes ancianos representa un reto de salud a escala mundial debido al aumento de su incidencia y su mortalidad asociada. En nuestro país es la segunda causa de muerte en mayores de 65 años. En años venideros el problema irá en aumento, con un pronóstico de personas mayores de 65 años del 35% en el año 2050. La radioterapia supone una parte fundamental del tratamiento multidisciplinar del cáncer en los pacientes ancianos, donde unas veces se plantea como primera opción terapéutica y otras, como alternativa a la cirugía y/o la quimioterapia si estas plantean demasiado riesgo. El desarrollo tecnológico de la Oncología Radioterápica en los últimos años ha permitido optimizar los tratamientos y disminuir las toxicidades en los pacientes de edad avanzada, que suelen presentar mayor incidencia de comorbilidades. Es fundamental que los profesionales implicados en el tratamiento multidisciplinar del cáncer conozcan la posible toxicidad y su manejo en los pacientes oncogeriátricos, ya que, de lo contrario, disminuyen las probabilidades de que pacientes con indicación adecuada de este tratamiento lo reciban. En este sentido, es imprescindible el reconocimiento de aquellos pacientes que puedan sufrir desnutrición o estén en riesgo de sufrirla, para iniciar una intervención nutricional que minimice una pérdida de peso que altere o incluso haga suspender el tratamiento planificado.
Cancer in elderly patients represents a global health challenge due to the increase in its incidence and its associated mortality. In our country it is the second leading cause of death in people over 65 years. In the coming years, the problem will increase, with a prognosis of people over 65 years of 35% in 2050. Radiotherapy is an essential part of the multidisciplinary treatment of cancer in elderly patients, where sometimes it is considered as the first therapeutic option and others, as an alternative to surgery and/or chemotherapy if they pose too much risk. The technological development of Radiation Oncology in recent years has allowed optimizing treatments and reducing side effects in elderly patients, who tend to have a higher incidence of comorbidities. It is essential that professionals involved in the multidisciplinary treatment of cancer know the possible toxicity and its management in oncogeriatric patients; otherwise, the percentage of patients who do not receive radiotherapy despite of an adequate indication will not decrease. In this sense, it is necessary to recognize those patients who may suffer from malnutrition or are at risk of suffering it, to initiate a nutritional intervention that minimizes weight loss that alters or even causes the suspension of the planned treatment.