Valencia, España
Madrid, España
Introducción: Este trabajo surge después de observar la alta prevalencia de diagnósticos de “Fascitis plantar” en pacientes con talalgia de uno o ambos pies sin una evidencia de diagnóstico testado previo de dicha patología.
Llegados a este punto se podría cuestionar lo siguiente:
¿hay alguna relación entre la práctica deportiva y una talalgia? ¿Cuál es la mejor manera de diagnosticarlo? ¿Realizando un buen diagnóstico obtendremos mejores resultados? Pacientes y métodos: Realizamos un seguimiento de 40 pacientes, 17 hombres y 23 mujeres, de edades comprendidas entre los 30 y los 50 años y con un IMC dentro de la normalidad. El 70 % de ellos acudieron a nuestra consulta diagnosticados previamente de fascitis plantar, mientras que el 30 % restante aún no había sido diagnosticado.
Todos los pacientes visitados tenían en común la ausencia de antecedentes traumáticos, una práctica deportiva de 2 a 3 días por semana, la existencia de talalgia próximo-distal o latero-medial y la ausencia de lesiones dérmicas en el área dolorosa.
Se realizó una exploración física en sedestación y bipedestación y una ecografía con dos sondas lineales músculo-esqueléticas, una de 6-10 mHz y otra de 6-12 mHz, tanto en un plano longitudinal como transverso.
Resultados: Los resultados fueron la presencia de espolón calcáneo en un 30 % de los pacientes, una fascitis plantar uni o bilateralmente en un 55 % de los casos, de las cuales en un 32 % iban asociadas a otras patologías, y finalmente un 45 % de los talalgias se debían a otras patologías como:
– Atrofia de la grasa plantar.
– Atrapamiento del nervio tibial posterior o sus ramificaciones (síndrome túnel tarsiano o atrapamiento del nervio de Baxter).
– Rotura fibrilar de la fascia plantar o del flexor corto de los dedos.
– Variz plantar o trombosis plantar venosa.
– Edema óseo calcáneo.
Conclusiones: Cuando nos encontramos frente un dolor talar, el uso de la ecografía músculo-esquelética es una buena herramienta para obtener un buen diagnóstico, en algunos casos por encima de la resonancia magnética y la radiografía.
La fascitis plantar se diagnostica en exceso, al ser confundida por otras patologías o no presentarse aisladamente, con lo que la evolución de los pacientes puede no ser la esperada.