Zaragoza, España
La carrera de larga distancia ha multiplicado por 4 el número de practicantes durante la última década en Europa y Estados Unidos. Su evaluación adecuada es uno de los objetivos comunes de la biomecánica de las últimas 3 décadas. Pese al amplio número de sistemas que permiten valorar la biomecánica, aquellos destinados a analizar la interacción pie/suelo se han mostrado de gran interés.
No obstante, las medidas baropodométricas estáticas del pie permiten explicar solo una pequeña parte de la varianza de las presiones al correr, implicando la necesidad de un estudio en dinámico lo más similar al gesto deportivo a analizar. Tanto el análisis de los parámetros espacio-temporales (ampliamente relacionados con el modelo masa-muelle), así como la baropodometría, son dos áreas de amplio estudio que han resurgido en los últimos tiempos mostrándose relevantes en el estudio del corredor. El uso de tapices rodantes para el análisis de corredores de larga distancia ha demostrado que, cumpliendo unos requisitos mínimos, genera diferencias mínimas despreciables respecto a correr en el suelo a velocidad constante, y además estas medidas han mostrado una amplia reproducibilidad. Los tapices rodantes sensorizados con sistemas de baropodometría han sido utilizados para investigar el efecto que tienen diferentes variables (velocidad, tipo de contacto inicial, calzado, etc.) sobre las múltiples variables que analizan. Este tipo de tapices nos permiten evaluar variables como la distribución de las presiones plantares, los parámetros espacio-temporales asociados a la carrera (tiempo de contacto, tiempo de vuelo, cadencia, longitud de paso), el índice de contacto inicial, las subfases del tiempo de contacto o rockers y, de manera indirecta, también variables como el impacto vertical.