Tomás García Lozano, Sara Martínez Arauz, Alicia Gavillero Martín, Salvador Andrés Martín Utrilla
frecuencia y morbimortalidad de las infecciones fúngicas ha hecho necesario disponer de nuevos antifúngicos. En la última década el consumo de antifúngicos se ha incrementado en un 12 % al año. El aumento de resistencias frente a una gran cantidad de antimicrobianos ha llevado a una creciente demanda de nuevos agentes antifúngicos de aplicación tópica u oral para profilaxis y tratamiento.
Material y métodos: Se ha realizado un estudio descriptivo y observacional para conocer la sensibilidad in vitro de 38 especies de Candida spp. El método utilizado fue Kirby-Bauer o método de difusión en agar Sabouraud®. Este método ha permitido caracterizar los niveles de resistencia de la terbinafina y otros antifúngicos afines a la práctica clínica podológica. Los antifúngicos estudiados fueron: terbinafina, ketoconazol, fluconazol, itraconazol, nistatina y ciclopirox-olamina.
Resultados: Todas las cepas fueron sensibles a ciclopirox-olamina y a clotrimazol. El 2.6 % de las especies de C. albicans fueron resistentes a ketoconazol y un 2.6 % en C. glabrata. El 5.3 % de los casos de C. albicans fueron resistentes a fluconazol y el 10.5 % en C. glabrata, C. guillermondii y C. parapsilosis. En el grupo de estudio de la terbinafina, el 65.8 % de C. albicans fueron resistentes a este antifúngico, un 10.5 % de todas las C. tropicalis y un 13.2 % para el resto de especies. En resumen, existe un porcentaje amplio de resistencia de formas levaduriformes a la terbinafina.
Conclusiones: Es interesante analizar la cantidad de cepas estudiadas resistentes a los azoles, especialmente a fluconazol y terbinafina. Curiosamente, una gran mayoría de las especies son resistentes a terbinafina, a pesar de ser el antifúngico que más es prescrito en onicomicosis, como se evidencia en la mayor parte de los estudios realizados.
Introduction: Yeast infections have become very important in recent decades. An increase in the frequency and morbidity and mortality of fungal infections has made it necessary to have new antifungals. In the last decade, the consumption of antifungals has increased by 12 % per year. The increase in resistance to a large number of antimicrobials has led to an increasing demand for new antifungal agents for topical or oral application for prophylaxis and treatment.
Material and methods: A descriptive and observational study was carried out to know the in vitro sensitivity of 38 species of Candida spp. The method used was Kirby-Bauer or Sabouraud® agar diffusion method. This method has allowed to characterise the resistance levels of terbinafine and other antifungals related to clinical podiatric practice. The antifungals studied were:
terbinafine, ketoconazole, fluconazole, itraconazole, nystatin and cyclopirox-olamine.
Results: All strains were sensitive to ciclopirox-olamine and clotrimazole. 2.6 % of C. albicans species were resistant to ketoconazole and 2.6 % in C. glabrata. 5.3 % of the cases of C. albicans were resistant to fluconazole and 10.5 % in C. glabrata, C. guillermondii and C. parapsilosis. In the study group of terbinafine, 65.8 % of C. albicans were resistant to this antifungal, 10.5 % of all C. tropicalis and 13.2 % for the rest of species. In summary, there is a broad percentage of resistance of yeast forms to terbinafine.
Conclusions: It is interesting to analyse the amount of strains studied resistant to azoles, especially fluconazole and terbinafine. Interestingly, a large majority of the species are resistant to terbinafine, despite being the antifungal agent that is most prescribed in onychomycosis, as evidenced in most of the studies conducted.